NEYMAR Y TOÑI CALIENTAN EL VERANO

Por valor de unos cincuenta millones de euros, habemus nuevo futbolista en nuestras tierras. Neymar y su séquito al completo abandonan Brasil y se instalan a sus anchas en España para engrosar la lista de donceles ricos y veleidosos. El muchacho entra en la cantera del Barça por la puerta grande y con novia bajo el brazo, de nombre Bruna y de profesión actriz de telenovela. Ni los Beckham y su tropel de retoños hicieron tanto ruido. La cosa promete. Ajenos al nuevo Midas del balompié, volaron hasta Bruselas algunos ilustres con la intención de hacer medrar la marca España. Con el ex de Mariló a la cabeza, Fernando Romay, Almunia o la omnipresente Nieves Álvarez en su versión gafapasta defendieron el producto nacional y el propio en nombre de toda la plebe y en el de Vicky Martín Berrocal, empresaria multidisciplinar y que fuma en pipa con la organización por no haber contado con sus servicios para semejante exhibición. Qué osadía la suya. Mientras la sevillana se tira de los pelos entre volantes, Letizia pone cara de seto en sus ratos como princesa. Un día después de salir abroncada de El Liceo, hacía gala de mal gesto, una vez más, en el desfile de las Fuerzas Armadas más fugaz de la historia. Lidiar con los Rocasolano, con los Borbón y con su mismísimo marido estaría acabando con su paciencia y con su estudiada pose de antaño. La princesa está triste, ¿qué le pasa a la princesa? Más relajada se muestra la que fue su colega en la pública, Sonia Ferrer. Tras agotar al personal defendiendo su intimidad y negando la mayor, la presentadora que no presenta se echa el turbante a la cabeza y se magrea con Escassi a lomos de un camello, de un quad y de todo lo que pilla en su escapada marroquí. Un posado en toda regla que corrobora lo que era vox pópuli y que podría estar entorpeciendo su proceso de divorcio. Divorcio que también se avecina peliagudo en el caso de Toñi Salazar y Roberto Liaño. Dice el modelo de calzones que la cantante lleva mal lo de entrar en los cincuenta, que es una celosa compulsiva y que llegó a truncar sus proyectos en Miami (¿?). Previo pago y sacando pecho, el alma de Azúcar Moreno toma la palabra y entra a matar en una entrevista en la que se lleva por delante a su todavía marido, su hermana, su cuñado y el Chunguito que pasaba por allí. La Salazar se pone más chula que un ocho y asegura que la que tiraba del carro en los escenarios era ella, que su partenaire tiene más de ama de casa que de artista y que Roberto la quería pero no la ´adoraba´. Pues eso, que ¡Sólo se vive una vez! Dejo a Encarna a sus labores y a Toñi dispuesta a ganar un Goya (sic) y centro mi atención en Merche y su pareja sorpresa. Sin Risto al acecho, la gaditana deja de lloriquear guitarra en mano para entonarle el Tú sí que vales a Arturo Requejo. La gaditana que probó suerte con el triunfito Álex Casademunt, se pasa ahora al equipo de la Milá y busca inspiración en el que apodan como el delfín de Guadalix. Tú sí que sabes, maja. Para que luego digan que el verano no viene calentito. ¡One, two, three, qué caramba…! (Yo sigo a lo mío).