PRINCESAS EN EL CANDELABRO

Domingo. Operación retorno. Después de cuarenta y ocho horas levitando a la orilla del mar, me estampo en toda la cara con lo que ha dado de sí el fin de semana. El pequeño Froilán mantiene en jaque a Elena y Marichalar, y por ende, a todo el pueblo raso. Sus tardes de guateque estudiantil en Joy Eslava van más allá de una simple anécdota; el nieto mayor de los reyes ejerce de Relaciones Públicas, reparte flyers y mercadea con máscaras de Anonymous contribuyendo a que las sesiones light de la discoteca consigan aforo lleno. Qué puñetera es la edad del pavo. Si no que se lo digan a Sofía Mazagatos, que abandonó por una noche su negocio de frutas tropicales para desenmascarar a la que fuera su mejor amiga. La del candelabro no pestañeó a la hora de poner a los pies de los caballos (que diría Rosa Benito) a Mar Flores acusándola, entre otras lindezas, de trepa, mentirosa, interesada, infiel y todos los adjetivos que sólo tu peor enemiga es capaz de enumerar en cuestión de segundos. Mazagatos dibuja un perfil que bien podría asemejarse al de sí misma, a pesar de sus esfuerzos por aparentar educada, culta y refinada. El titular de la noche que pasará a los anales de la historia no tiene desperdicio: “Mar perdió la cabeza cuando se tomó el primer Vega Sicilia”. Cuánta falta hacías en un plató, MariSofi.

Lunes. Va a ser verdad lo de que segundas partes nunca fueron buenas. Bisbal y Raquel Jiménez han roto su relación para alivio de sus fans y sorna de toda la saga de Tabladas. Tan sólo dos meses les ha durado el reencuentro al coach y a la modelo, una pareja que no termina de cuajar y que chirría si se comparan sus opuestas actitudes frente a la prensa. Cuando el de Almería pide absoluta discreción, Raquel se explaya sin miramientos a golpe de photocall; habla de posibles bodas, futuros bautizos y hasta alude sin despeinarse a la mismísima Chenoa. ¡Así no, chica! Más feliz que una perdiz airea su nuevo amor Falete. Después de tropezar con varias clases de caballitos de mar, el cantante presume en las redes de mozo puertorriqueño y de batas playeras animal print. Con semejante torrente de voz, se le perdona todo.

Martes. Choque de trenes en el XV Aniversario de La Razón. El periódico consiguió congregar a todos los estamentos del país. De Soraya Sáenz de Santamaría a José María Aznar, de Mariano Rajoy a Teresa Fernández de la Vega, y de Carmen Lomana a María José Cantudo. Un popurrí de personalidades que se vieron postergadas a un segundo plano cuando una nube de fotógrafos captaban la imagen de la noche: las dos princesas frente a frente. Felipe y Letizia le tendían la mano a la Esteban, le dedicaban una sonrisa y hasta se interesaban por Andreíta. Un gesto que emocionó a la de San Blas y que le sirvió para venirse arriba y preguntarle al Presidente del Gobierno por el Caso Bárcenas. No seré yo quien le ponga puertas al campo.

Miércoles. Congestión informativa. Paquirrín gana el pulso en los juzgados a Jessica Bueno y la jueza dicta sentencia con carácter urgente. La custodia del nieto del alma pasa a ser compartida y las pretensiones de la sevillana con ínfulas de viuda quedarían anuladas, al menos de momento. Boda sorpresa y retransmitida a través de Instagram por parte de Raquel del Rosario y su fotógrafo de cabecera. La ex de Fernando Alonso se ha casado con Pedro Castro en California, en secreto y sin la presencia de familiares, amigos ni parientes de ningún tipo. ¿Tanto misterio para esto? A la antigua usanza lo hicieron Trapote y Víctor Janeiro, que lograron blindar la ceremonia y que la exclusiva saliese a pedir de boca. Dejando aparte los tocados imposibles, los encajes del todo a cien, el legging de María Jiménez y las sonrisas postizas por parte de medio Ambiciones, la invitada con más trote ha resultado ser Mari Carmen y sus muñecos. La ventrílocua más famosa de todos los tiempos, con permiso de Moreno, ha montado un pollo monumental en pleno banquete, ha solicitado un avión exprés para largarse y ha estado a punto de lanzarse al velo de la novia cuando ninguno de los cuatrocientos presentes se dignaron a prestar atención a la majestuosa actuación del Pato Nicol. Eso es tener poco mundo. Con Doña Rogelia no hubiesen sido tan valientes. Todo lo contrario sucedió cuando Jesulín y la Campanario se lanzaron a la pista; el torero con su hit ´Toa, toa, toa´ y la protésica dental con ´La puerta de Alcalá´. Un desprecio gordo al chuminero.