Despedimos
el año con los estilistas telecinqueros
en cueros, y a mediados de enero ya hemos dado la campanada con el bebé del
hemiciclo. La primera criatura que pisa el Congreso (con permiso de Errejón), y
que tan pronto cuelga de la teta materna como de las greñas de Pablo Iglesias.
Un hito en la historia de este país que sirve para establecer un nuevo debate
en los mercadillos de los pueblos, dar pisto a los informativos y tregua a un
gobierno que no termina de cuajar ni con unos ni con otros. En tierra de nadie,
y con un Rajoy posguantazo como presidente en funciones, hay sagas familiares
que han comenzado la temporada haciéndose el agosto bajo la etiqueta de vip. En muchos casos, perfectos desconocidos
para cualquier telespectador raso, pero savia nueva para el faranduleo
televisivo. En la choza de Guadalix pernoctan desde hace semanas personajes tan
dispares como Rosa Benito (¡te arrastro!), Carlos Lozano (en busca de su
operación triunfo), una parienta lejana de Camilo José Cela con ramalazo de
pija y el pequeño Nicolás (llamadme Fran). A falta de personajes potentes al
estilo Esteban, la cadena estira el festival de los Matamoros a golpe de
hermanos, hermanastros, madrastras maquiavélicas y mujeres despechadas en la
sombra. El cachorro de Makoke y la segunda hija de Kiko Matamoros ejercen de
dignos herederos en el show business respectivamente. Él con pocas facultades
para el show y las piernas muy largas, y ella con las espadas en alto y la rubia
del Telecupón entre ceja y ceja. Con unos dentro y otros fuera, los elementos
nuevos de la historia se van sucediendo y las televisiones se dejan los restos
por sacar a la palestra a la gran desconocida, Marian Flores. Hermana mayor de
Mar, desterrada del panorama social desde años ha y protagonista indirecta de
uno de los culebrones más sórdidos de los últimos tiempos. Un asunto que ha
conseguido desviar de alguna manera la atención del contencioso
Esteban-Sanchís, un lío de traiciones y cachés perdidos que ha dinamitado la
fulgurante carrera del representante y ha elevado a la máxima potencia la
popularidad de la princesa, fuerte como nunca y con las extensiones a punto
para defenderse en los juzgados y compartirlo en directo con su pueblo. Un
banquillo en el que ya ha posado el trasero la infanta Cristina, primer miembro
de Casa Real en hacer el paseíllo de los acusados y con pocas trazas de ser
declarada culpable. Con un poco de suerte, será Urdangarín el que duerma a la
sombra por un tiempo, como hiciera Pantoja, que ya entra y sale de Alcalá de
Guadaíra como Pedro por su casa, con permisos cada dos por tres y todo su
patrimonio inmobiliario en venta a precio de saldo. La tonadillera está
dispuesta a liquidar deudas y empezar de cero; con toda probabilidad, lejos de
Cantora y a ritmo de ranchera. Para terminar este desaguisado tan poco
alentador, he de confesar que mis propósitos para este 2016 pasan por retomar
la lectura, dosificar los vicios y dejarme ver de vez en cuando por la cinta de
correr. Una declaración de intenciones similar a la que entona Terelu, con el
ego en todo el moño y subida en los tacones que firma su mismísima madre. Que
tiemble Carrie Bradshaw, que llega la Campos dispuesta a arrasar las fábricas de Elda. Con Dios, queridos.
Como siempre, ¡genial! De un "postazo" nos has puesto al día. No me había enterado que había empezado Gran Hermano Vip y de lo de la hermana de Mar Flores tampoco. Besotes grandes.
ResponderEliminarjajaja que grande eres Álvaro !! al día en unos segundos, algo me había perdido. Vaya vaya tela Gh Vip , una auténtica bomba de relojería !!!!!
ResponderEliminarUn abrazo grande!
http://www.thetrendysurfer.com/
No sabia que tenía una hermana la Mar Flores. Y tampoco sabía que la Terela diseñaba zapatos, alucino. Que lo de la Cristina queda en nada ya se sabe y lo del chulo del marido en muy poca cosa, un chollo! Un besin.
ResponderEliminarhttp://www.solaanteelespejo.blogspot.com.es/