Mientras nosotros terminamos de hacer las maletas para estas
vacaciones vía rebajeo, Gucci aterriza en Milán y presenta sus propuestas para el
próximo verano. Frida Giannini se intenta reinventar y propone la vuelta al color block,
pero a lo grande. Trajes sastre en
verde, celeste y naranja, cazadoras de ante tintado, print floreado en
pantalones, camisas de seda y mocasines para complementar los outfits. Éste es
el hombre por el que apuesta Gucci, ¿creéis que llegará a España o se quedará
sobre la pasarela italiana?
26 julio 2012
25 julio 2012
MATRYOSHKA
Dicen que de tal palo, tal astilla. Carolina Herrera hija pisa fuerte
en el mundo de la moda y manifiesta su rebeldía a través del diseño. ´Mini
Matryoshka´ es una colección cápsula que huye de la tendencia maxi bolso y de
los enormes logos CH. La venezolana declara que “cuando todo el mundo utiliza
bolso grande, yo apuesto por uno pequeño, voy contracorriente”. Dicho y hecho:
la nueva línea de CH está compuesta por bolsos tipo saco en cinco tamaños
diferentes, y es bautizada así porque caben unos dentro de otros recordando a
las míticas muñecas Matryoshka. Se fabrican en una amplia gama del pantone:
negro, marrón chocolate, blanco, rojo, azul… ¿Con cuál os quedáis para este verano?
24 julio 2012
POR DINERO BAILA LA CAMPA
Campanario vuelve a la farándula, y lo hace como una musa
del destape retirada: vestida por Lagerfeld, sin ombligo y con el pelo frito. Tras
pagar mil míseros euros y librarse de entrar en chirona, la esposa de Jesulín posa entre matorrales y
pone de vuelta y media a la justicia de este país, a los que hacen televisión,
a su familia política, a su mismísimo marido, y a la que pasaba por allí en
medio de su conversación con una primitiva Nieves Herrero. María José repite
una y otra vez que no quiere ser personaje público, pero comienza la entrevista
diciendo “yo no soy princesa ni reina de nada”, una frase que le puede generar
a su adversaria tres programas, dos subidas de azúcar y cuatro arrebatos de
sacar ojos en el Bingo, casi nada. La Campanario no está dispuesta a que el
pueblo la olvide y se presenta como una Evita Perón de su tiempo, que lucha por
ser una mujer independiente, ganarse la vida poniendo empastes y pasar los
ratos libres leyendo teorías sobre el Bosón de Iggs. Pero en lugar de aislarse
en casa a estudiar, mira a cámara en un intento de parecer mona y sensual, y se
va calentando entre calada y calada. Confiesa que su matrimonio es cualquier
cosa menos una balsa de aceite, que el diestro es machista, celoso, que si
pudiese la tendría veinticuatro horas atada a la pata de la cama, y que su
léxico se resume en una jartá o te van a dar los cárabos. Vamos, que si esto es
lo que dice públicamente, me hace pensar que la Campa tiene ganas de volar
sola, de sentar su pompis en platós, de mandar a su marido a ordeñar a jornada
completa, y de esparcirse a gusto lejos del campo. María José se contradice en
cada pregunta, en cada línea, en cada Marlboro que se fuma, y en cuestión de
segundos pasa de ser superfeliz, que diría la Esteban, a tener calvas por el
estrés, no poder levantarse de la cama y vivir con la tele apagada desde hace
años, la misma a la que llama desgañitada cada vez que se la nombra. Como dijo
ella hace tiempo mientras cerraba la cancela y ponía cara de can rabioso: por
dinero baila el perro. Pues hala, a mover la colita. Yo, por el momento, me
quedo con la princesa.
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