DE LA MADRUGÁ AL PARITORIO

El retiro semanasantero se me ha ido de las manos, pero esta vez no pienso flagelarme; regreso a mis aposentos hasta las cejas de after sun, con una incipiente tripa cervecera y la pluma a punto. Tiro de archivo y salto de balcón en balcón sin nada reseñable que vaya más allá de que Terelu asoma por primera vez la cabeza en la calle Larios sin adosado, el clan Pantoja al completo arropa a los Chabelitos al paso de La Madrugá y el club de misses sevillanas buscan costalero para chapotear este verano en las calas de Ibiza. En la minipandi debutaba Evita González como soltera meses después de aparcar a Cayetano Rivera y compartir noches de bohemia y de ilusión con el chef reconvertido en carne de póster. Ajeno a rumores de chichinabo, busca nuevas experiencias el diestro de los ojos verdes alrededor del mundo a lo Willy Fog subvencionado por una revista del colorín. La misma que presenta a su hija como maniquí novel entre Armanis de Alta Costura. Lucía Rivera Romero hace su primera incursión en los medios de comunicación con tan sólo dieciséis años y con su madre sacando a pasear rencores del pasado a golpe de tuit ("Felicidades a los padres de mis hijos por tener la habilidad de escaquearse y rascarselos a dos manos. Os envidio tanto a veces…"). El resto de vips que no salieron en procesión andaban entre paritorios y juzgados. Eugenia Silva, Amaia Salamanca y Sol González remataban el pacto de Bali y traían al mundo al primer churumbel de Alfonso de Borbón, Rosauro y Javier Hidalgo respectivamente. Otras firmaban divorcio (Telma Ortiz) y otros hacían el paseíllo hacia la trena (Ortega Cano). El viudo de la chipionera ya cumple condena en Zaragoza mientras su antigua familia se continúa resquebrajando en los platós. Con Amador levantando las audiencias en Honduras y Chayo en la cola del paro, Antonio Tejado desenterraba el hacha de guerra el pasado viernes y relataba, una vez más, su infierno junto a los Mohedano. Una noche de reproches y golpes bajos que terminaban con su tía María del Monte más cabreada que una mona colgada al smartphone de Jorgejá. Casi tan cabreadas cuentan que están las chicas oficiales de Karim Benzema (jugador del Real Madrid) y de Cholo Simeone (entrenador del Atlético). Con las parientas a miles de kilómetros, uno y otro pasean amistad entrañable con otras mujeres que no son las suyas. Benzema disfruta de la noche madrileña con Marta Riesco, miss segoviana y reportera deportiva; Simeone hace lo propio con la argentina Carla Pereira, exsuperviviente y novia en otro tiempo de Joaquín Cortés. Qué trabajera, yo para la próxima me subo al AVE, me hago cofrade de la Hermandad de los Gitanos y me voy de cañas con las Campos. Bendiciones.