La
noticia me ha cogido como al resto, con los rulos puestos y fuera de bolos.
Contra todo pronóstico, el juancarlismo
sale tarifando en el momento más hostil de sus casi cuarenta años de reinado.
Con los Borbones repartidos en
diferentes puntos del mapa, Don Juan Carlos daba la campanada y soltaba su
decisión a bocajarro y con los ojillos a media asta. El país se paralizaba y el
pueblo se echaba a las calles a grito de referéndum. Era demasiado tarde. La
monarquía llevaba seis meses forjando el relevo y diseñando su hoja de ruta. La
crisis institucional y el matrimonio de
altibajos (en palabras de Casa Real) de los príncipes, salían a flote en un
tiempo récord a golpe de lavado de imagen exprés cual Pantoja poniendo dientes en su cruzada con las Chabelitas y los Paquirrines. El debut de la infanta
Leonor en actos oficiales o las salidas fotografiadas estratégicamente de
Felipe y Letizia daban la voz de alarma; el reemplazo generacional se estaba cocinando a marchas
forzadas. De la noche a la mañana y sin previo aviso, Zarzuela da una vuelta de
tuerca y renueva plantilla de arriba abajo, del núcleo duro al último jardinero
en nómina. Felipe pasa a ser Felipe VI y la periodista metida a princesa le
saca brillo a la corona para iniciar una nueva etapa como Reina, Reina consorte
para los Peñafieles, pero Reina al
fin y al cabo. Un papel para el que lleva preparándose una década y que daría
un soplo de aire fresco a su vida marital, mancillada en los últimos tiempos y símbolo
de unión y complicidad de ahora en adelante. Con las infantas Elena y Cristina
relegadas a un segundísimo plano en la foto de familia, los hasta ahora
príncipes de Asturias recogerán el testigo de Don Juan Carlos y Doña Sofía en un
momento inadecuado para muchos y de transición obligatoria para otros. Jóvenes
y sobradamente preparados, Felipe y consorte representarán a la Corona dentro y
fuera de nuestras fronteras, se dejarán los restos por reconquistar a sus
súbditos y darán la cara por un país en números rojos a la cola de Europa y sin esperanza. Una
tarea complicada, con hilos sueltos y con la sombra de la duda planeando sobre
la repentina abdicación. Líos de faldas, un cese de la convivencia que ya se
refleja sin disimulo y diferencias con la justicia de varios miembros de la
familia serían algunas de las razones que empujaron a tomar la decisión in extremis
a un Rey, que entre quirófano y quirófano, ha pasado de gozar de ostentar el
título de salvador de su patria y pilar fundamental en el inicio de la
democracia, a perder credibilidad y ver sus chanchullos económicos, amigas
entrañables y jornadas de caza copando portadas de diarios internacionales.
Felipe y Letizia están en capilla, ultiman los flecos de su nueva andadura y se
debaten en la delgada línea que separa su servicio a España de su celosa vida
privada; la de los conciertos, los sábados de sushi o los gastos extra que no
terminan de trascender. Sin duda, estamos ante una nueva era, sin posibilidad
de retorno. O eso parece. El momento del heredero ha llegado y la chica altanera del Telediario permanecerá a su lado como la Reina de todos los españoles. Al menos, de momento. Con ella nunca se sabe.
Te echaba de menos!!!!!
ResponderEliminarY yo que no he oido a Peñafiel hablar sobre el tema..., menudo sofocon se habrá llevado.
ResponderEliminara ver que nos traen estos nuevos tiempos, pero que lleguen ya que estoy empezando a estar un poco cansada de tenerlos hasta en la sopa.
Besos
Raquel
http://raqueljimenezbisuteria.blogspot.com.es
¡¡¡¡Yo también te echaba de menos!!!! Menos mal que has vuelto y podemos ya hablar de nuestra nueva Reina. A mi no me gusta para que voy a decir otra cosa. Yo creo que ha sido desde que se operó la nariz. La cara le cambio a Sota y se le subió el pavo, la corona y los tacones a la cabeza. Y ahora de Reina, ¡ni te cuento! Besos grandes.
ResponderEliminarSi antes no había quien la aguantará ni te cuento ahora, será perdidamente insoportable, no me extraña que el principin este más que harto de sus arranques! Un besín.
ResponderEliminarhttp://www.solaanteelespejo.blogspot.com.es/
Hola Álvaro:
ResponderEliminarYo no he acabado de entender porque se le tiene tanta manía a esta chica (futura reina), supongo que la envida es el deporte nacional de España!!!! es un papel muy difícil para cualquier plebeya estar en su lugar y estoy segura que cualquiera estaría nerviosa, pero así son las cosas; el principe y ella se enamoraron!!! parece un cuento de hadas pero es así!!!, ella podía haberle dado calabazas por no pasar por esto; por las envidas, por las críticas, por estarla mirando siempre con lupa, hubiera sido más fácil seguir con su vida y hubiera conocido a otro!!!, pero el caso es que no lo hizo, y le echó un par de huevos ováricos, que hay que tenerlos!!!!!, así que vamos a dejarla tranquiila y que lo haga lo mejor que pueda y sobre todo que Peñafiel se olvide de ella y que se jubile este hombre por favor que ya no puede estar más obsoleto!!!!
Por lo demás a pesar de los dimes y diretes acerca de la figura del rey, de amigas entrañables, de cacerías y demás, el rey está en edad de jubilarse, como el resto de los mortales y es lo que ha hecho!!!!
Así que a otra cosa cosa mariposa!!!!!
Besos
De republicana a reina...quién se lo iba a decir a ella? Bss, Álvaro:)
ResponderEliminarME QUEDE LOCA CUANDO ME ENTERE ALVARO, YO PASO DE DIMES Y DIRETES, PERO DE LO QUE NO PASO ES DE TENER QUE PAGAR DE MI BOLSILLO ESE DINERAL. QUE SE AUTO FINANCIEN, NO ENTIENDO POR QUE TENEMOS QUE MANTENER A LA FAMILIA REAL...........
ResponderEliminarCORTO Y CAMBIO.......
RUTH A.
http://www.ruthazofra.es/index.php/el-blog-de-ruth/4526
Hola guapísimo!!!!!!! Se te echaba de menos!!!! Besos
ResponderEliminarYa te echaba de menos amigo!!! jeejee y es que este artículo lo esperaba como agua de Mayo, me ha encantado como lo has puesto todo en su sitio sin perder la perspicacia que tanto te identifica.
ResponderEliminarCreo que el Rey lo que estaba ya era cansado de ver como su reinado era cada vez menos reinado tras las meteduras y muy gordas de toda la familia real...un bsazo
Contentas estarán las infantas...ya lo dice el refrán: de la calle vendrá quien de tu casa te echará!
ResponderEliminarNo me gustaría verme en los pellejos de hermanas.
Un beso