Me echo un par
de cobertores encima y regreso a la tribuna después de una semana en diferido.
Que bajen las temperaturas y que a uno se le ponga cara de fiambre es todo uno,
pero afronto la temporada con los mismos propósitos de los últimos años: hacer
ejercicio, desengancharme del café y hacerme con una manta eléctrica. De
momento, lo dejo en buenas intenciones y me encomiendo a San Judas Tadeo,
responsable de la metamorfosis de Belén Esteban, que cuando todos pensábamos
que se había tirado seis meses atrincherada en el Meliá de Benidorm, va y
resurge rehabilitada y con un libro bajo el brazo. La terapia de la Esteban le
ha servido a Boris Izaguirre para plasmar la evolución de la princesa en una
biografía cimentada a través de meriendas y confidencias en el Hotel Wellington
(el hotel de los toreros). Esteban repasa su infancia, su historia de amor con
Jesulín, las luces y sombras de su periplo televisivo y el mundo de adicciones,
bajadas de azúcar y brotes varios
que la llevaron a quitarse de en medio y ponerse en manos del facultativo
argentino Eduardo Brik. El ejemplar ya va por la cuarta edición y colapsaba
este fin de semana la Puerta del Sol al grito de ¡Arriba la Esteban! en su primera ronda de firmas. La de San Blas hacía tambalear las
estanterías de El Corte Inglés y provocaba un tapón humano entre angustioso y
grotesco que ni Justin Bieber animando las sesiones light de Froilán. En la cola, la mismísima Trinidad López, señora de Vicente del Bosque y belenista confesa. Su homóloga y nueva
mejor amiga, Letizia, volvía a pisar suelo español al dar por finalizada su
aventura hollywoodense y cambiaba los Varela por el plumas para visitar, junto a su
marido y las infantitas (con laca en el pelo), a su suegro en la Clínica
Quirón. El viaje de los príncipes a Estados Unidos ha dado para mucho y ha
estado marcado por la decena de estilismos de Letizia, que como una estrella de
Beverly Hills, se puso el morro rojo, bordados de cristal y hasta la espalda en
tul. Todo muy 90210. Casi tanto glamour como suele desprender la fiesta de los Prix Marie Claire. Digo suele
porque esta edición se la han cargado Palomita Segrelles y su vestido versión tartaleta, las hermanas
Montes o la Paquirrina marcándose un Pataky de los de toda la vida. Hay que ser
atrevida. Jessica Bueno posó de nalgas, se las dio de importante y salió
espantada cuando se le preguntó por el asunto
Chabelita. La que fuera su cuñada continúa recluida en Cantora y no se dejó
ver ni en la reaparición de su madre, que volvía a los escenarios en Murcia
arropada por su legión de fans. Mientras los pantojos preparan la canastilla, los Ortega
Cano cuentan las horas para que Josefer vuelva a casa. El hijo del torero sigue
entre rejas y las Michus o los
Polillas hacen caja en los
platós a costa de lo sucedido a puertas de un puticlub sevillano, rebautizado
como bar de lucecitas. A estas alturas,
el bombo de Chabelita es lo mejor que nos podía pasar. Siempre nos quedará el flis-flis de agua bendita que porta
Tamara Falcó en el bolso.
Ay Alvaro! como está el patio.. no me esperaba ésto de Boris. Borissssss! como has podido hacerlo!!! Gracias Alvaro por ponernos en antecedentes. Cuidate mucho... que aún queda mucho invierno. Besos. Ana
ResponderEliminarMe has dejado muerta con lo de la mujer de Vicente del Bosque. ¿Cómo puede ser? La especie humana no deja de sorprenderme... Igual que lo de las infantas con laca en el pelo. ¿Estás de coña, no? Besitos grandes.
ResponderEliminarLo de la Esteban es alucinante, por Dior que país! De la Leti me espero cualquier cosa. El Ortega Cano es un desgraciado, todo le sale mal, muy mal. La Panto que haga calceta que sus criaturas la van a llenar de pantojitos, que los disfrute! Un beso Álvaro.
ResponderEliminarhttp://www.solaanteelespejo.blogspot.com.es/
jajajaja, qué bueno! vaya panda! Alucinada me dejas, porque llevo unos días desconectada de los cotilleos!
ResponderEliminarJa ja ja y lo que me he reído, lo de Belén da angustia, como puede hacer un libro y encima venderlo!!! que país!!!!
ResponderEliminarBesos
Jajaja!! Increíble lo de la mujer de Vicente del Bosque. ¿El polilla?? Bss!!
ResponderEliminarQué le pasó a la Esteban en la cara? Está rara no?
ResponderEliminarBesos,ana.
Es tremendo lo de Belén Esteban. Como es posible que vaya por la cuarta edición? Alucino! Confieso que la Leti, me gusta, a pesar de que se haya operado tanto la cara y se parezca más a Rania de Jordania que a su propia madre, que la ha parido. Y de Chabelita y la J. Bueno, mejor no digo nada, jajaja las dejo en el rincón de pensar, que falta les hace! XD
ResponderEliminarUn besazo, guapo!!!!!
Jajaja eres el mejor, el libro de La Esteban lo vi ayer y flipe....pero no tanto con lo del flis flis de agua bendita jajaja por dios!!! animo con la manta eléctrica, un besote
ResponderEliminar