JULIANÍN CONTRERAS CALIENTA LA RED

Ha escrito un libro, regenta un restaurante y ha ejercido de asesor del amor entre tetes y tetas en las sobremesas telecinqueras. Hoy busca amistad, sexo o lo que surja en una de las aplicaciones para Smartphone más concurridas de este siglo, Tinder. Julianín Contreras se afloja la corbata y saca pecho a través del móvil para “pasar el rato”, explica con esa verborrea propia de un Nobel que arrastra desde su niñez. El pequeño de los Ordóñez se vende como un gran conversador, amante del deporte y poco dado a la jarana nocturna desde el anonimato que ofrece el GPS. A pesar de que la noticia ha sorprendido, él le resta importancia; cree en las relaciones duraderas pero no se considera tan clásico como sus hermanos mayores. Mientras Fran y Cayetano han encadenado unas relaciones tras otras a lo largo de los años, a Contreras Jr. no se le conoce pareja ni amiga entrañable. Eso no quiere decir que mantenga intacta su castidad. Al contrario, hace uso de sus armas amatorias con asiduidad, aunque menos de lo que le gustaría, dice él. El tercer hijo de Carmina creció a la sombra de su madre y aprendió a sacarse las castañas del fuego desde bien pequeño. Arropó a la divina en sus horas más bajas, se jugó el tipo ante los que intentaron mancillar su apellido y consiguió que sus hermanos limasen asperezas cuando volaban capotes y cabezas de toro. Ahora cree que ha llegado su momento y por eso se lanza a la red en busca de nuevas sensaciones, mujeres a su medida y experiencias religiosas a puerta cerrada. A este mocetón cuatro por cuatro de veintisiete años le gustan las chicas inteligentes, extremadamente femeninas y que no pierdan el tiempo. “Estoy a favor de tener sexo en la primera cita. Creo que no se me da nada mal…” sentencia Contreras. El amor está en el aire, sólo hace falta darle al clic. Suerte al niño prodigio. Y precaución. Mira la que se ha montado con Olvido Hormigos por un vídeo de nada…