PATRICIA CONDE Y DANI MARTÍN, ¿SEGUNDA OPORTUNIDAD?

El destino es caprichoso y si no que se lo digan a Patricia Conde y Dani Martín. Los que otrora formaron una de las parejas más mediáticas del mapa social de nuestro país, se han convertido en noticia cada uno por su lado pero separados por escasas horas, minutos y segundos. El excomponente de El canto del loco saltaba a la palestra tras conocerse su sorprendente ruptura con Melissa Jiménez ("El cantante me ha decepcionado" sic), reportera deportiva de Mediaset y la nueva Carbonero de la tele para muchos. Después de pasear amor por toda la geografía con Patricia allá por 2008, el cantante y actor ocasional protagonizaba sonadas relaciones, unas más formales que otras, con la cantante Amaia Montero o la estilista Huga Rey. Con la segunda llegó a tener planes de boda y en el último momento la historia se fue al traste por motivos aún desconocidos. Una dinámica bastante habitual en el currículum sentimental de Dani, que en el ecuador de la treintena continúa resistiéndose a pasar por el altar. La vida de Patricia parecía tomar un rumbo bien diferente al de su ex. La vallisoletana que se dio a conocer como miss de provincia y dio el salto a la televisión colgándose el traje de rubia (diastema incluido) y compartiendo lecho con el tenista Carlos Moyá, sentaba cabeza y aparcaba la capital por el que parecía su chico definitivo, Carlos Seguí. El empresario mallorquín (de buen ver y mejor casta) y la presentadora se daban el sí quiero entre lentejuelas y exclusivas de tapadillo en la isla balear hace tan solo dieciocho meses. Poco más tarde, se convertían en padres de su primer hijo, Lucas. Con un bebé de siete meses y un estreno cinematográfico en el horno, Patricia paralizaba las redacciones patrias al remitir un comunicado escueto pero tajante donde confirmaba su separación “de mutuo acuerdo” y sus pocas ganas de ahondar en los motivos que les llevaron a tomar la decisión. Unas razones que aún no han trascendido pero que sitúan a la ya expareja en el ojo del huracán muy a su pesar. O no tanto, porque lo cierto es que Conde ha tenido una relación de amor-odio con los medios de comunicación donde ha jugado a un toma y daca peligroso y siempre al filo de la navaja. Celosa de su vida privada, pero a la vez contando gran parte de su parcela más íntima en verso en ciertas publicaciones previo pago, el alma de Sé lo que hicisteis tendrá ahora que dar la cara y desentrañar algunos de los secretos de su matrimonio exprés. Dani, de momento, se mantiene fiel a su línea de los últimos tiempos y guarda silencio ante los curiosos que intentan averiguar por qué no termina de cuajar ninguno de sus romances cuando ya está en capilla. Cinco años después de romper, Patricia y Dani vuelan libres y estrenan soltería. Quién sabe si habrá segundas oportunidades. Cosas más raras se han visto en esto del amor. El destino vuelve a tener la última palabra.