20 febrero 2014

ROCIÍTO A CIBELES Y BIBIANA A HONDURAS

Lunes. No hay ciclogénesis que valga cuando el calendario marca la semana de la moda madrileña, Cibeles para los que nos resistimos a acuñar la marca de coches de lujo que salvó a Cuca Solana y cía de la quema. Las agujas patrias de siempre presentaron sus propuestas para el próximo invierno; aún no nos hemos deshecho del doble nórdico y ya nos quieren meter por los ojos pieles, abrigos y botas de agua. La moda es eso, adelantarse al tiempo sin pudor. Sobre la pista lucieron palmito un puñado de flacas embutidas en tonos pastel, looks masculinos, transparencias y lencería fina para noches de lujuria firmadas por Andrés Sardá. También hubo joyas. Más que joyas, joyones de la mano de Aristocrazy. La que para los joyeros de Suárez es su línea joven y para el resto de los mortales es la línea baratita, repitió experiencia tras su debut del pasado año y se marcó un desfile a media luz donde la bisuta de lujo tamaño XXL vistió cuervos negros de plumas, cadenas con tornillos, barbadas con cuarzo fumé y alas en oro rosa que nos trasladan al futuro. En primera fila (front row para expertos) compartieron espacio famosas de cuna y carretones de chicas monas con algún nombre ilustre en el currículo carnal. Cristina Cifuentes (delegada del Gobierno en Madrid), Anita Obregón promocionando peli (otra vez), Cósima Ramírez (disfrazada de su madre a lo bestia), la Campos y su hija Carmen Borrego cubriendo la baja de Terelu o Macarena Gómez y su extraño marido (posboda monegasca) promocionando los zorros de Miguel Marinero, fueron algunas de las caras conocidas que cruzaron la pierna veinte minutos y agasajaron al modisto de turno en el posterior Kissing Room. Por allí también estuvo la Lomana, que se metamorfosea entre pase y pase para ir a juego, y hasta Rocío Carrasco, antes Rociíto, que lució corte hipster ajena al follón familiar. La hija de la Jurado torció el morro y no estuvo por la labor de opinar sobre la caída a los infiernos de Rosa Benito, los tres meses de trullo de su hermano Orteguita o el negro devenir del viudo de su madre. Para esos menesteres suelen tirar del poder de oratoria de Chayo.

Martes. Guerra de estrenos en prime time. Telecinco y Antena 3 desempolvan sus series más ambiciosas de la temporada a bombo y platillo. Velvet y B&B dividen a los espectadores y se reparten el pastel explotando sus mejores armas. A un lado, una historia de época bien ambientada, con un vestuario de cine y un plantel de actores de primera línea (José Sacristán, Tito Valverde, Aitana Sánchez-Gijón…) compartiendo plano con una pareja de guapos de salón (Miguel Ángel Silvestre y Paula Echevarría), que consiguen captar la atención de miles de adolescentes en celo sedientas de culebrón. En la cadena de enfrente, Globomedia planta a Belén Rueda en una redacción de revista que según se suceden las secuencias, termina convirtiéndose en un remake de Periodistas, Médico de Familia y Los Serrano. No faltó ni la Juani. El duque y Paula ganaron la partida en una de sus semanas más horribilis fuera del personaje. Si los líos blogueriles de Echevarría son de sobra conocidos, su compañero de faenas se enfrenta a su enésima ruptura con Blanca Suárez. Aunque ambos dan la callada por respuesta sin entrar en los pormenores de sus idas y venidas, hay quien asegura que la madrileña le dio pasaporte a su duque tras rodar un videoclip con Dani Martín. ¿Habrá tomate?

Miércoles. Recién cumplidos los sesenta, Bibiana Fernández da un giro a su vida y se lanza a la aventura de Supervivientes. Un reto para una mujer hecha a sí misma que ha tocado todos los palos a lo largo de su carrera. Empezó como lotera en sus años mozos cuando cambió Tánger por Málaga, se echó a la espalda interminables noches de cabaret y acabó codeándose con los Almodóvares de la Movida en plena Transición. Bibi Andersen mutó en Bibiana y luchó contra los elementos, su propia naturaleza y sus desengaños amorosos. Subida a los Manolos y con la pestaña puesta, la Bibiana de hoy lidera opinión a media mañana en el cheslong de Ana Rosa y emprende una nueva hazaña, sin vestidos de alta costura ni la mano amiga de Maribel Yébenes. ¡Una  valiente!

Jueves. Superadas las primeras jornadas piscineras, acudo a mi primera English class. La teacher tiene un nombre muy raro y los compis van un pelín avanzados. Los tengo cuadrados. Bye, bye!

5 comentarios:

  1. Me ha encantado este repasito Álvaro, me encantaría ir a la Cibeles más que por los modelos por cotillear el ambiente!!! ja ja ja, tiene que ser superdivertido, si que es cierto que el marido de Macarena es un poco raro, aunque ella también lo parece un poquito, no me digas!!! hacen una buena pareja!!!!

    En cuanto a las series no sabía por cual decidirme y que mala leche tienen las cadenas!!! al final me decanté por Velvet y no estuvo mal!!!!!!

    Y Bibiana pues siempre me hizo gracia, ahora bien no puede creerme que Maribel Yébenes con todo el renombre que tiene le haga esas cosas en la cara!!!! porque no está nada favorecida!!!!

    Besos

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  2. Hola que tal??? La verdad es que no tenía ni idea de la ruptura del "Duque" ...pero ya te digo que la serie es muy simple y la verdad como en el próximo capitulo no se hagan blogueras las costureras todo me parece ya muy fácil de adivinar...ella se hará su propio imperio y competira con su antiguo amado, jiii de aquí a guionista, jaaaaaaaa un bsazo

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  3. Yo no veo ninguna serie, en realidad veo poca televisión. Se que siguen los líos con Paula Echevarría y no sabia la nueva aventura de Bibi, los cuidados se los dará la Yebenes pero el bisturí no me gusta nada, claro que tiene muchos añitos, esta estupenda! Besín rey.
    http://www.solaanteelespejo.blogspot.com.es/

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  4. me encanta Bibiana, entonces no me perdere el programa. Has empezado con el inglés? Venga que tú puedes!

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  5. A mí el momento Rociiiiiiiito en Cibeles me mató! no entendí nada!

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